El término flebitis significa inflamación de una vena. Las causas que con mayor frecuencia producen dicha inflamación son las trombosis venosas y las varices. El sistema venoso de las extremidades está formado por las venas superficiales, más pequeñas y ramificadas, que tienen un trayecto mucho más próximo a la superficie cutánea.

Trombosis venosa:
Es la oclusión de una vena debido a la presencia de un trombo en su interior. Como consecuencia de ello se produce una respuesta inflamatoria en la pared vascular que se denomina tromboflebitis. Todos los factores que provocan un enlentecimiento de la circulación sanguínea, la presencia de lesiones en la pared vascular y una tendencia a la hipercoagulación de la sangre favorecen la aparición de trombos venosos.

En la trombosis venosa superficial, la etiología es casi siempre una lesión en la pared del vaso. Las causas frecuentes son la utilización de catéteres, la práctica de inyecciones u otras pruebas diagnosticadas realizadas con fines terapéuticos. Algunos tumores malignos de abdomen, especialmente el cáncer de páncreas puede presentar como primera manifestación una tromboflebitis.

Venas varicosas:
Las venas varicosas son venas superficiales dilatadas y tortuosas que se producen por una alteración de su estructura y por perdida de la función valvular. Se trata de una alteración muy frecuente cuya aparición se relaciona con la edad, ya que afecta aproximadamente al 50% de la población mayor de 60 años, sobre todo a las mujeres. Favorecen su aparición los embarazos, la obesidad, el sedentarismo y el empleo de ropa inadecuada que dificulta el retorno venoso, pero también pueden producirse como consecuencia de una trombosis venosa superficial.

Signos y síntomas
Hinchazón, dolor y enrojecimiento de una extremidad.
Hinchazón, dolor y enrojecimiento de un trayecto venoso.
Cansancio e hinchazón de los tobillos al estar de pie.
Úlceras en las piernas y los tobillos.

Diagnóstico:
Ante la sospecha clínica de una trombosis profunda debe realizarse una ecografía venosa Doppler, que permite la observación directa de las venas y de los eventuales trombos. Esta exploración suele ser suficiente para establecer un diagnóstico correcto, pero a veces necesario realizar también una flebografia. En el caso de venas varicosas que no ocasionan complicaciones, la exploración clínica permite realizar el diagnóstico y no se requieren otros procedimientos.